Los días que pasan van escribiendo un cuento. Se podría decir que hay tantos cuentos como personas. Cada día una página. La mayoría no se escriben. Quedan en la memoria, del protagonista, de los que participaron en el cuento, de los que fueron espectadores. El orden de las páginas se va perdiendo rápidamente. Queda todo en una biblioteca desorganizada, en donde muchos se acuerdan de algún capitulo, de algunas páginas, un montón de hojas revueltas. Muchos libros, muchas páginas.
Algunos intentos, intencionales o no, sirven a los bibliotecarios y lectores para organizar este revoltijo. Fechas importantes sirven como puntos de referencia para clasificar estos fragmentos de largos cuentos. O tal vez periódicos con noticias diarias, hechos, mentiras, opiniones. Varias maneras para ordenar páginas de algún cuento. Sí, existen varias formas.
Escribir un cuento no es lo que parece. Es un cuento en donde alguien escribe un cuento. Lo conveniente de este último es que las páginas quedan ordenadas.
Lo interesante del cuento del paso de los días es que no se puede saber el final. Desenlace misterioso que se escribe todos los días. Mañana también. Cuento largo y emocionante.
